Capitulo I, Baby, you’re a Rich man.

Había sido un día muy cansador y triste para vos. Te habías peleado con tu madre y tu mejor amiga Greta el mismo día; no sabias a donde ir, en tu casa era todo demasiado confuso y Greta no te quería ver ni en las portadas de las revistas.

Por lo que decidiste ir a un parque a pensar que debías hacer, quizá eras vos la que estaba equivocada.

Pensaste en todo lo que te había sucedido y te largaste a llorar; en un segundo de silencio escuchaste que alguien también lloraba, pero no era un llanto normal. Decidiste seguirlo, no tenías nada mejor que hacer. Fuiste unos cuantos minutos siguiendo el sonido, era una perrita, una pastora Inglesa hermosa.

-¿Porque lloras hermosa? -La acariciaste- ¿Donde estará tu dueño?... O dueña.

Desde lejos se escuchaban unos gritos extremadamente fuertes al coro de: - ¡Martha, Martha!

Te desconcertarte al ver que eso le cambio el animo a la perrita. Ella empezó a levantarse y a correr. La seguiste.

Al ver desde lejos que ella había encontrado a su dueño te diste la vuelta.

Bueno, después de todo podrías llamar a tu tía Martina para que te dejara estar allí unos días, aunque…, en ese momento alguien toco tu espalda seguido de un: - HEY!

Te desconcertaste un poco:- ¿Que, cuando, como?

Al darte vuelta te diste cuenta que era el dueño de la perrita, vestía un elegante traje y tenia unos hermosos ojos color avellana y… ¡Dios era Paul McCartney!

-Disculpa si te asuste- sonrío- ¿Tu cuidaste a Martha cuando no la encontraba?

-Emmm, eso creo-

-Gracias, por tres cosas, por cuidar a Martha, por aparecer en mi vida y por no tirarte sobre mi o correrme

-¿por aparecer en tu vida?- Paul McCartney te estaba coqueteando, ¿o era un sueño?-

-Si, me pareces un tanto simpática y bonita- sonrió- por cierto, ¿Cuál es tu nombre?-

- (tn)-

- Yo me llamo Paul-

- ¡Ya lo se tonto!-

-Igual, te vi un poco triste antes, ¿te pasa algo?-

-Pfff....., es muy largo de contar, además no tienes porque escuchar mis tonterías-

- Si tengo dos cosas son tiempo de sobra y ganas de escucharte-

-Paul- te sonrojaste un poco, o por lo menos lo sentiste-

-Vamos, ¡te invito una taza de té!-

Continuara…